El secreto de un cabello bonito y saludable está relacionado con la genética, el estilo de vida y las coloraciones y agresiones a las que lo sometamos, como el secador, la plancha o la exposición a los rayos solares. Más allá de los tratamientos realicemos en el salón, es fundamental seguir una rutina de cuidado capilar en casa con productos específicos que se adapten a las necesidades de tu pelo y saquen partido de sus cualidades. «Escoger una línea capilar específica hará que saquemos el máximo partido a los productos y que los resultados tras las coloraciones o los tratamientos en el salón se prolonguen en el tiempo. Lo ideal es consultar al estilista para que nos recomiende qué utilizar en función de nuestro tipo de cabello y del estado en el que se encuentre», recomienda Pascual Segura, gerente y director creativo de Peluquerías Pascual.
Para seguir una rutina de cuidados que nos ayude a mantener la salud de nuestro cabello hay cinco productos que debemos saber escoger.
- El champú. Puede ser que tengas el cuero cabelludo graso y las puntas secas, por lo que ideal sería escoger un producto equilibrante. En el caso del cabello seco optaríamos por un champú hidratante y si la superficie estuviera mate aportaríamos luz con una fórmula de brillo. «Cuando se trata de un buen champú no es necesario utilizar mucha cantidad de producto. La fase del lavado es fundamental si se quiere conservar un pelo sano», afirma Segura.
- Acondicionador. Puedes escoger un producto con enjuagado o uno que se aplique con el cabello húmedo antes del secado. Es fundamental para que el pelo mantenga su nivel de hidratación y que a la hora de desenredarlo no se quiebre la fibra capilar.
- Aceite. Las fórmulas oleosas pueden usarse con pelo mojado y seco. Son perfectas para sellar medios y puntas en cabellos secos y tienen un alto poder de penetración en la fibra capilar.
- Mascarilla. Hidratan en profundidad, nutren la superficie del cabello y aportan textura y brillo. Aunque lo recomendable es utilizar la mascarilla de una a dos veces por semana como tratamiento de mantenimiento en caso de cabellos deteriorados pueden usarse con más frecuencia o potenciar sus efectos mediante el uso del calor.
- Protectores térmicos. Los secadores y herramientas térmicas pueden deshidratar el pelo y agredir la fibra capilar. Un producto que proteja la superficie del cabello lo hará más resistente frente al calor y permitirá moldearlo sin miedo a estropearlo.